¿Te sientes atrapado en tu negocio? Así me di cuenta de que algo tenía que cambiar

Hace tiempo, si alguien me hubiera preguntado cómo estaba, mi respuesta habría sido: "Las cosas van bien, pero no tengo tiempo para nada".

Trabajaba todo el tiempo incluso en domingo, pero siempre me repetía que eso era ser empresario: “trabajar duro hoy para disfrutar mañana”, pero ese mañana no llegaba.

Un día una conversación lo cambió todo. Estaba en mi oficina a las 9:00 p.m., revisando facturas atrasadas cuando mi esposa llamó, era el cumpleaños de mi hija y había prometido estar ahí.

Mi esposa, un poco molesta me dijo: “No entiendo cómo trabajas tanto y no avanzas. ¿De qué sirve tener un negocio si te consume la vida?”

Fue ahí donde toqué fondo, me di cuenta de que no importaba cuánto trabajara, siempre sentía que llegaba a donde quería:

• Las decisiones dependían todas de mí.

• Mi equipo me buscaba para resolver problemas que ellos mismos podían solucionar.

• No tenía tiempo para pensar en la estrategia o en el futuro de mi empresa.

Simplemente detecté señales, mi negocio me estaba absorbiendo:

Hoy quiero compartirte esas señales que muchas veces como empresarios ignoramos al estar inmersos en nuestro negocio.

1. El negocio depende de ti para todo:

   ¿Te has dado cuenta de que cuando no estás, las cosas no avanzan? Si te enfermas, sales de viaje o simplemente no respondes el teléfono, todo se detiene. Eso no es un negocio, es un trabajo donde eres el único empleado indispensable.

   
   

2. No existe equilibrio entre tu vida y tu empresa:

   Trabajar hasta la medianoche se vuelve normal. Los fines de semana son otra jornada laboral. Y lo peor es que te acostumbras, aunque en el fondo te sientas cansado y frustrado.

   
   

3. Tu familia y amigos ya no te recuerdan:

   Tus hijos crecen y apenas te das cuenta. Tu pareja te dice que trabajas más que cuando eras empleado. Empiezas a sacrificar momentos importantes “por el bien del negocio”, pero cada vez el sacrificio pesa más.

   
   

4. No tienes tiempo para pensar en el futuro:

   Estás tan ocupado apagando incendios y resolviendo lo urgente que no tienes tiempo para lo importante: planificar, innovar o hacer crecer la empresa.

Después de esa llamada con mi esposa, hablé con un mentor que me dijo algo que cambió mi perspectiva: “No puedes dirigir una empresa si no te apartas de la operación. Los empresarios exitosos no trabajan más, trabajan de forma inteligente.”

Fue duro aceptarlo, pero tenía razón. Mi negocio no era un negocio, era un autoempleo, simplemente un caos que yo mismo había creado. Y si esto te suena familiar, quiero decirte algo: no eres el único.

La mayoría de los empresarios pasan por esto, pero no todos deciden cambiar.

¿Te identificas con estas señales? Si tu respuesta es sí, déjame decirte que hay una salida. El primer paso es aceptar que algo debe cambiar, pero tranquilo, no tienes que hacerlo solo.

En mi próximo artículo, te contaré las estrategias prácticas que implementé para salir del caos operativo y comenzar a recuperar mi tiempo. ¡Tú también puedes lograrlo!